Este año hemos cambiado un poco el formato de esta convivencia y parece que ha sido muy bien acogido. Las sesiones se concentraron en un solo día, lo que más impresionó fue la visita a la administración.
Por la noche hicimos barbacoa en el jardín y montamos un bailongo, las residentes se motivaron mucho y allí no paraba nadie de bailar. Pero lo más novedoso fue que el domingo nos fuimos a Cercedilla a hacer arborismo. Os animo a que entréis en Facebook y veáis algunas de las fotos; una imagen vale más que mil palabras.
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