A veces entre las familias de ALCOR encontramos profesionales de diversa índole que tienen mucho que enseñar a nuestras colegialas. Este es el caso, de una diseñadora con alma de enfermera que aúna tesón y talento. Trabajadora incansable, educada en el esfuerzo y la responsabilidad de tener una empresa con 12 familias que dependen de ella.
Gran comunicadora que no dudó en utilizar sus redes sociales para encontrar a Álvaro Prieto el mejor amigo de su hijo que falleció en el AVE en Córdoba. Se convirtió en improvisada portavoz de una familia con el corazón roto que siempre rezó para que volviera a casa.
Consiguió también gracias a sus proveedores, clientes y contactos enviar en los primeros días y a las zonas más afectadas de Valencia por la DANA todo tipo de ayuda y enseres, para aquellos que lo necesitaban todo y que aún hoy nos siguen necesitando.
Nieta de esa trabajadora incansable que le animaba a doblar calcetines mientras hablaban y que da nombre a su empresa Dímelo Hilando no es sólo el nombre de su empresa, es su filosofía de vida.