El pasado 4 de abril tuvimos la suerte de tener entre nosotras al profesor del IESE, Carlos Rodriguez-Lluesma. Es profesor Agregado del Departamento de Dirección de Personas en las Organizaciones. Doctor en Filosofía por la Universida de Navarra y cuenta con un Ph.D in Organizations de la Stanford University.

La obsesión por los likes en Instagram, por hacerse selfies como si no hubiera mañana y subirlos a las redes sociales, por tener un cuerpo perfecto,…son conductas muy frecuentes entre los jóvenes –y no tan jóvenes- de nuestra época. Carlos nos dio algunas claves de lo que hay detrás de esas conductas que rayan el narcisismo, es decir, “la admiración excesiva y exagerada que siente una persona por sí misma, por su aspecto físico o por sus dotes o cualidades” y nos ayudó a reflexionar sobre lo que hay detrás de esa realidad.

me-me-me-generationDescribió algunos rasgos de las personas narcisistas: son poco empáticas, exigen una admiración pretenciosa, son arrogantes y se suelen preocupar por fantasías de éxito ilimitado, la vanidad… Dio algunos datos que llaman la atención como demostrado ya que a aumentado el porcentaje de cirugías estéticas, en los últimos años, y es que desde muy pequeñas a las niñas se les inculca querer parecerse a un modelo «Disney» y su ideal es ser famosas. Otro síntoma destacado es el materialismo, son más proclives a hablar de posesiones, esto suele acabar en depresiones, alcohol y drogas. Quieren sentirse únicos frente a las personas de su alrededor, especiales y superiores, sienten envidia y creen que la mayoría de gente les tiene envidia también. Y por último, tienen un comportamiento antisocial frente a los demás y relaciones viciadas, en las que el leit motiv es el «Que haces tu por mi». Las principales causas de este fenómeno pueden estar en el crédito fácil, es decir, el exceso de confianza y codicia; la educación; el querer gustar a las personas que te rodean y que a la vez te admiren.

Para finalizar, dio algunas pautas para evitar el narcisismo en los niños, es importante la educación, que los padres aprendan a decir que no, y otorgarle menos poder al niño; ser críticos y hacer pensar frente a los contenidos que ofrece la televisión; aplaudir en los hijos lo que consiguen con esfuerzo y superación. Y un consejo: estar un poco menos pendientes de las redes, liberarse de la esclavitud de mirar el móvil a todas horas, de los likes que recibimos en Insta. La sesión se alargó porque suscitó mucho interés entre las asistentes y muchas quisieron preguntar y comentar algunos de los temas apuntados en la sesión.

Paloma Abadía
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