Anoche tuvimos la ya tradicional fiesta de disfraces, como momento inaugural del nuevo cuatrimestre (con perdón de aquellas que aún no han acabado exámenes). Aunque la rivalidad no sea tan patente como en el concurso de villancicos, existe. Nadie se puede enterar de tu disfraz. Nadie puede sospecharlo siquiera. Todo se lleva con el máximo secreto.
Ayer no fue menos el evento, y ya a última hora el colegio parecía extrañamente vacío… excepto en lo que a la zona de habitaciones se refiere. Ahí se cocinaba todo.
A las nueve, todo un cortejo de extrañas criaturas empezó a desfilar por el Mayor: cubos de Rubik, piratas, consejeros de la ONU, emoticonos de Whatsapp, hormigas, estudiantes trasnochadas…
Después de una gran cena, los personajes se entretuvieron bailando hasta que el insigne jurado concedió los premios: las grandes ganadoras de la noche fueron los cubos de Rubik, gracias a la alegría de su colorido y buen humos. También salieron bien parados los emoticonos de Whatsapp (todas nos sentimos bastante representadas) y las pequeñas hormigas (tiene mérito disfrazarse de insecto y hacer gracia). Las estudiantes seguro que se llevaron el premio del público, o incluso el óscar a la mejor interpretación, porque realmente estaban clavaditas…
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